Crónica de la Solemne Ceremonia de Investidura de Caballeros y Damas del Santo Sepulcro de San Juan de Dios del día 21 de abril de 2012
Solemne Ceremonia de Investidura de Caballeros, Escuderos y Decuriones de 21 de Abril de 2012
En la tarde del sábado 21 de Abril, a las 20:30 horas, en la Basílica de San Juan de Dios de Granada tuvo lugar el Solemne Acto de Investidura de Caballeros de la Orden del Santo Sepulcro y Basílica de San Juan de Dios y la Investidura de Escuderos y Decuriones.
Los Caballeros, Damas, Decuriones y Escuderos ya investidos, congregados en la Sacristía de la Basílica, se dividieron en dos grupos, cada uno de los cuales estaba integrado por aquéllos miembros de la Asociación con número de carné par o impar. Cada grupo se organizó en fila por orden de antigüedad en la Institución. A continuación se agregaron a cada fila los Caballeros, Decuriones y Escuderos Postulantes, y las filas así conformadas se situaron respectivamente en cada una de las dos puertas de salida de la Sacristía a la Basílica.
Se inició la procesión de entrada, precedida por la Cruz, los Ciriales, la Espada del Gran Maestre que es utilizada en el Acto de Investidura y la Bandera de la Orden. Todos los Caballeros, Escuderos y Decuriones iban cubiertos con la capucha de sus respectivas ropas. Cada grupo avanzó por el borde exterior de la nave central hasta las pilas de agua bendita, rodeó el último banco y a continuación prosiguió el desfile solemnemente por el interior de la mencionada nave hasta llegar al final y tomar asiento. Durante la solemne procesión, se escuchó el himno de la Orden, “Deus Charitas Est”, como en otras ocasiones precedentes, en la versión ofrecida por el Coro de Cantores de la Basílica de San Juan de Dios. Finalizada la procesión de entrada y llegados la Espada y la Cruz al altar cada uno ocupó su sitio.
Los miembros de la Orden ya investidos se situaron en los primeros bancos de la iglesia, y en el Crucero de la Basílica, al pie de las gradas del Presbiterio, se sentaron los Postulantes: Caballeros, Escuderos y Decuriones.
El Ilmo. Sr. Don Juan Luis Aguilera Castilla, Prefecto de los grados menores de la Orden y Magister Ceremoniarum, comenzó el acto con la presentación del Gran Maestre, el Excmo. Sr. Fray Juan José Hernández Torres. La presentación de los Postulantes fue realizada por el Canciller de la asociación, el Ilmo. Sr. Don Andrés Tortosa Muñoz.
El Gran Maestre comenzó recordando el alto honor que es pertenecer a esta Orden, pues es la primera en fundarse en Granada en el Siglo XXI y en la propia Orden Hospitalaria en sus cinco siglos de vida. Proclamó entonces fray Juan José Hernández que estamos haciendo historia y que las futuras generaciones se preguntarán cómo lo hicimos. De esta forma explicó que poseer un carisma es poseer un don del espíritu para bien de la comunidad. Así, por medio del carisma se llegó a la fundación de la Asociación de Caballeros y Damas del Santo Sepulcro de San Juan de Dios, cuyos fines se centran en la salvaguarda del Sepulcro del Santo y la conservación y mantenimiento de su Basílica. El cumplimiento de estos fines supone el beneficio para la comunidad que todo auténtico carisma conlleva. Por ello pesa sobre nosotros una grave responsabilidad, la de transmitir coherentemente nuestro carisma y forma de ser.
Posteriormente nos recordó el Padre Juan José que salvaguardar el Sepulcro es un alto honor, por tratarse del fundador de una Orden religiosa, indicándonos que los Caballeros que en este día recibirán la capa, muceta y venera se comprometen a salvaguardarlo porque ya se ha encontrado en peligro en los siglos pasados: en el siglo XIX, en 1808, por la invasión napoleónica, y en el siglo XX, durante la guerra civil de 1936.
En este aspecto, hay que recordar -resaltó el Sacerdote Fundador- que para salvaguardar los restos se ha designado a un Caballero como Caballero Clavario. Solamente este Caballero y el Gran Maestre conocen la identidad del Clavario. Este Caballero posee las llaves y un lugar de absoluta seguridad para poner a buen recaudo los huesos del Santo, incluidas costilla y huesecillos del oído y sus Cartas. Asimismo, el Clavario, explicó el Padre Juan José, puede solicitar la ayuda de los Caballeros y Damas que precise, quienes se comprometen bajo juramente a entregar su propia vida si fuese necesario.
Otro alto honor y necesidad -sobre todo en los tiempos actuales de grave crisis económica, en que todos los recursos económicos de la Orden Hospitalaria son destinados al remedio de la miseria social y el hambre de los pobres- es la conservación de la Basílica de San Juan de Dios, punto cardinal de la Orden Hospitalaria, donde todos los hijos de San Juan de Dios tienen puestos sus ojos, como Casa Madre. De esta forma, el Gran Maestre dijo textualmente ante todos los Caballeros y Damas allí congregados:
“No estoy dispuesto a que el dinero de los pobres se destine al mantenimiento de la Basílica. Mantener el boato exterior de la Basílica con la colaboración material de la Asociación es para preservar el patrimonio de la Orden Hospitalaria y los derechos de los pobres”.
Después explicó Fray Juan José Hernández que la Basílica es un monumento a la Caridad. Los Caballeros y Damas se comprometen al mantenimiento y la conservación de este monumento, y así, a defender un valor estético concreto. Esto supone salvaguardar al mismo tiempo un valor ético, pues la Basílica es como un indicador que dirige nuestra mirada de lo estético a lo ético.
Y recalcó que de nada serviría a los Caballeros y Damas defender este monumento con su vida si al mismo tiempo no encarnan y defienden el valor ético de la caridad. Por ello, concluyó el Gran Maestre manifestando que:
“Lo primero es el amor al prójimo. De nada sirve mantener este valor estético si no tenemos una ética coherente”.
Y para terminar su breve alocución, haciendo balance final, nos informó el Gran Maestre de que en la actualidad ya son 208 miembros los integrantes de la Asociación en todos sus grados y niveles, distribuyéndose en 106 Caballeros y Damas, 52 Decuriones y 50 Escuderos. Y nos dió su enhorabuena por emprender una causa noble por la que estamos haciendo historia.
Después de la exposición del Gran Maestre se presentaron a los principales miembros de la Junta Directiva de la Asociación que estaban allí presentes. Como Vicesenescal, el Ilmo. Sr. D. Valentín Pedrosa Rivas; como Arcarius el Ilmo. Sr. Don José Blas Serrano García; como Canciller, el Ilmo. Sr. D. Andrés Tortosa Muñoz, y como Vicecanciller el Ilmo. Sr. D. José Maldonado Martínez.
Primero comenzó el acto de investidura de los Escuderos, de acuerdo con el protocolo establecido; fueron investidos:
Dom. Doña Mónica Megías Ortega, Técnico especialista en radiodiagnóstico y estudiante de Odontología, acompañada de su padrino el Excmo. Sr. Gran Maestre.
Dom. Doña Elena Castro Alaminos, Licenciada en Ciencias Ambientales, acompañada de su padrino el Ilmo. Sr. D. Pedro José Maldonado Ortega.
Dom. Don Manuel Javier García Jiménez-Vela, estudiante de Bachillerato, acompañado de su padrino el Ilmo Sr. D. José Maldonado Martínez.
Dom. Don Antonio Perea Atanes, Grado Superior en Integración Social, acompañado de su padrino el Ilmo Sr. D. Valentín Pedrosa Rivas.
Dom. Don Enrique Sánchez-Tembleque Letamendía, Arquitecto Superior, acompañado de su padrino el Ilmo Sr. D. Javier de Teresa Galván.
Dom. Don Antonio Márquez Contreras, Policía Nacional, acompañado de su padrino el Ilmo Sr. D. Pedro Maldonado Ortega.
Posteriormente fueron investidos los Decuriones. El Prefecto interpeló a los postulantes si estaban dispuestos a ser Decuriones, profesar obediencia y aceptar el modo de vida de la Orden. Uno de los Decuriones postulantes leyó la profesión de fe en nombre de todos con la mano puesta sobre el Evangelio. Después de una pequeña oración, comenzó la investidura de los Decuriones mediante el rito del espaldarazo, donde se utiliza una espada que toca primero en el hombro derecho del Decurión arrodillado, luego en el hombro izquierdo y finalmente en la cabeza. Los Decuriones investidos fueron:
El Sr. D. Luis Alberto Pozo Rosales, Licenciado en Derecho, acompañado de su padrino el Ilmo. Sr. D. Felipe Pascual Torres.
El Sr. D. Carlos Juan López López, Traductor e Intérprete y Responsable del Área de Implementación y Aplicación de Nuevas Tecnologías de la Tercia de Actividades En Formación de la Orden, acompañado de su padrino, el Ilmo. Sr. Don Pedro José Maldonado Ortega.
La Srta. María Pilar Herrera Montilla, Maestra de Educación Infantil, Licenciada en Pedagogía, Profesora de Religión y Coordinadora del Área de Voluntariado del Centro San Rafael de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, acompañada de su padrino el Excmo. Sr. Gran Maestre.
Finalizada la investidura de los grados menores de la orden, comenzó la investidura de los Caballeros. El Gran Maestre realizó una interpelación general a los asistentes a poner alguna objeción a los aspirantes o guardar en adelante silencio. Ya que ninguno de los presentes opuso objeción alguna, se presentó a cada uno de los Caballeros leyendo sus respectivos currículos abreviados. Después de la Profesión de Fe, llegó el ritual de Investidura y Espaldarazo, donde cada Caballero se postró de rodillas en un reclinatorio frente al Sagrario y manifestó su voluntad de ser nombrado Caballero del Santo Sepulcro y Basílica de San Juan de Dios. Aún de rodillas, se les impuso la Capa, la Muceta y la Venera de la Orden bendecida e, inmediatamente después, recibieron el espaldarazo con el bastón de San Juan de Dios, recibiendo un golpe a la derecha y otro a la izquierda. Antes de levantarse cada Caballero besó la reliquia del Santo que está en el báculo, recibió el Título que lo acredita como miembro de la Orden y volvió a su sitio.
En el momento de la Investidura cada Caballero estuvo acompañado por dos padrinos. Los Caballeros y Damas investidos junto con los nombres de sus padrinos fueron:
– Ilmo Sr. D. Juan Antonio Cívico Maldonado, Inspector de Hacienda, Ex-ponente del TEAC y Abogado Tributario en Madrid, acompañado de sus padrinos:
Ilmo Sr. D. Juan Manuel Cívico García.
Ilmo Sr. D. Pedro José Maldonado Ortega.
– Ilmo Sr. D. Antonio Gadea Pérez-Victoria, Coronel de Artillería y Teniente de Alcaide del Alcázar de Segovia durante 7 años, acompañado de sus padrinos:
Ilmo Sr. D. José Antonio Muñoz Ramírez.
Ilmo Sr. D. Andrés Tortosa Muñoz.
– Ilmo Sr. D. Santiago Oliveras Contreras, Arquitecto Superior, acompañado de sus padrinos:
Ilmo Sr. D. Miguel Ángel León Casas.
Ilmo Sr. D. Felipe Pascual Torres.
– Ilmo Sr. D. Jorge Federico Moldenhauer Gómez, Médico Neurocirujano, acompañado por sus padrinos:
Ilmo Sr. D. Miguel Ángel León Casas.
Ilmo Sr. D. Santiago Oliveras Contreras.
– Ilmo Sr. D. Javier Fernández Lorca, Ingeniero Superior de Minas, acompañado por sus padrinos:
Ilmo Sr. D. Valentín Pedrosa Rivas.
Ilmo Sr. D. Felipe Pascual Torres.
A continuación tuvo lugar un acontecimiento de especial relieve, por ser la primera vez que ocurre en la historia de nuestra Asociación: el solemne nombramiento, en el seno de la Ceremonia de Investidura de Caballeros y Damas, de Comendador. El Gran Maestre subrayó la importancia del acontecimiento recordándonos su trascendencia histórica y el Ilustrísimo Señor Don Federico Torres Casado, Presidente de la Delegación, fue designado como Comendador al frente de la misma; como exige el vigente Reglamento de Delegaciones, la citada Encomienda cumple el requisito de contar, al menos, con doce miembros.
Una vez terminada la Investidura se inició la procesión al Camarín donde se custodian los restos de San Juan de Dios.
Llegados al Camarín y con las puertas del mismo abiertas, todos los Caballeros y Damas, situadas alrededor de la Urna con los restos del Santo, hicieron juramento ante las reliquias de San Juan de Dios. Iniciaron la procesión de vuelta mientras se escuchaba el Te Deum y todos los recién investidos volvieron a la Basílica, recibiendo, al pie de las gradas del presbiterio, el saludo litúrgico de los Caballeros que los habían apadrinado.
El Gran Maestre, con una bendición, concluyó la ceremonia.
Posteriormente, se tomó la ya tradicional fotografía de familia y tuvo lugar una animada copa de vino español a la que asistieron las personas recién investidas y sus familiares, así como los demás miembros de la Asociación.
Por Pedro José Maldonado Ortega. Yfo.
Caballero Cronista.