Crónica de la Solemne Ceremonia de Vela del Santo Sepulcro de San Juan de Dios del día 19 de abril de 2013.
Crónica de la Solemne Ceremonia de Vela del Santo Sepulcro de San Juan de Dios del día 19 de abril de 2013.
En la tarde del día 19 de abril de 2.013, los Caballeros que iban a ser investidos, revestidos únicamente con capa blanca, sin la muceta y con sus guantes blancos en las manos, comparecieron ante el Gran Maestre acompañados de los Decuriones y Escuderos postulantes en la Sacristía de la Basílica de San Juan de Dios de Granada e hicieron de forma solemne la promesa de cumplir fielmente los Estatutos de la Asociación y guardar secreto sobre aquellos aspectos de la Ceremonia de Vela que el Gran Maestre les indicara.
Un buen grupo de Caballeros y Grados Menores acompañaron a los neófitos aprovechando la reunión para renovar el compromiso de vigilancia adquirido en anteriores citas y realizar junto con ellos el ejercicio espiritual que integra este rito.
La Solemne Vela del Santo Sepulcro de San Juan de Dios empezó. Esta simbólica ceremonia es un buen momento para el sosiego y la reflexión.
La Investidura, a diferencia de la Vela, es un acto más extrovertido si bien solemne. Así, no pueden asistir a la Vela del Santo Sepulcro más que los postulantes de los distintos grados de la Orden y aquellos miembros ya investidos que así lo deseen.
A la llamada del Magister Ceremoniarum, el Caballero Juan Luis Aguilera Castilla, todos los asistentes guardaron silencio en la Sacristía. Seguidamente, envueltos en un profundo y respetuoso silencio, las dos filas que mandó hacer el mencionado Caballero, integradas por los postulantes y los miembros profesos, hicieron su entrada en la Basílica y tomaron asiento en los primeros bancos al pie del presbiterio.
Sentados todos en sus puestos se anunció la solemne entrada de la Palabra. Una campana comenzó a doblar y entonces se inició la procesión, desde la capilla del Santísimo Cristo de la Caridad, junto al cancel de la Basílica: al frente, la espada del Gran Maestre, la Cruz y dos ciriales. Seguidamente, la bandera de la Orden y a continuación un Caballero portaba los Evangelios escoltados por cuatro espadas. Las armas, signo de la defensa, el rigor y la lealtad, fueron empuñadas por los Decuriones de la Orden, como símbolo de salvaguarda de los valores y protección del Sepulcro de San Juan de Dios. Al llegar al pie de las gradas del presbiterio fue expuesta la Palabra y cada uno de los integrantes del cortejo ocupó su lugar en los bancos cercanos a la sede.
Justo a continuación comenzaron los ritos iniciáticos de la Vela, seguidos de unas palabras que el Gran Maestre y también Rector de la Basílica de San Juan de Dios, que, como es su costumbre, dirigió a los allí presentes.
El Gran Maestre inició su alocución indicando el significado del acto de la Vela del Santo Sepulcro: nos encontramos ante una Vigilia, un acto muy importante en la liturgia, pues solo se da en pocas ocasiones para preparar un gran acontecimiento: Natividad de la Virgen, Natividad del Señor, Pascua y Pentecostés. De esta forma recalcó que el acto era muy importante para todos, tanto para Postulantes como para los Caballeros y Damas ya investidos.
Habló del valor estético de la Basílica y dijo que sin valores éticos los estéticos quedan en el ridículo. Asimismo explicó que los valores éticos se encuentran en la Palabra de Dios, en su Evangelio, que hemos portado en la procesión inicial con toda solemnidad. Y que los valores del Evangelio tienen que encarnarlos los Caballeros y Damas, con sus actuaciones ordinarias, y que eso nos convierte en contraculturales.
Por último, el Gran Maestre concluyó con unas palabras de ánimo para conseguir dicho objetivo.
Una vez terminado el pequeño, el Gran Maestre tomó el juramento de silencio previo al acto de la Vela. De esta forma comenzó la procesión al Camarín donde Escuderos, Decuriones y Caballeros -cubierta la cabeza- iban precedidos por Cruz, ciriales y espadas.
En el Camarín -ante los restos de San Juan de Dios- el Gran Maestre procedió a la lectura de un fragmento de una de sus cartas, y comenzó el rito de la Vela e iniciación de los postulantes, quienes realizaron un ferviente acto de veneración.
Poco después comenzó la bajada del Camarín de igual modo a como se había producido la subida y una vez en la Basílica, se celebró la Exposición del Santísimo, seguida de oración silenciosa y privada ante Jesús Sacramentado, mientras los miembros de la Orden estaban allí postrados.
Para finalizar Fray Juan José impartió la bendición a los allí presentes y terminó la ceremonia de Vela del Sepulcro de San Juan de Dios.
Los postulantes que asistieron a la Solemne Ceremonia de Vela del Santo Sepulcro fueron los siguientes:
Caballeros y Damas
Don Francisco de Paula Benítez Aguilar
Don Antonio Fernández Rus.
Doña Gracia Martín Sierra.
Don Javier Caballero Villarrasa.
Decuriones, todos de ascenso.
Don Antonio Hernández Arredondo
Don Valentín Pedrosa Campoy
Doña Mónica Mejías Ortega
Don Manuel Ramírez y Gomez de Aranda.
Escuderos.
Dom Alberto Enrique Herrera Montilla.
Dom Ramón Herrera Serrano.
Doña Mónica García Rodríguez
Dom Antonio Ramírez Pérez.
En Granada, a 19 de Abril de 2.013.
Por Pedro José Maldonado Ortega, Caballero Cronista, sobre las notas tomadas por el Vicecanciller Ilmo. Sr. Don José Maldonado Martínez. Yfo