Crónica ceremonias de Vela del Santo Sepulcro e Investidura de los días 20 y 21 de Junio de 2008

Vela del Sepulcro de San Juan de Dios
En la noche del 20 de Junio los Caballeros y Damas investidos, ataviados con sus capas y mucetas, congregados en la sacristía de la Basílica de San Juan de Dios de Granada, fueron testigos de cómo los nuevos Caballeros y Dama hicieron promesa de cumplir fielmente los estatutos de la asociación y guardar silencio en todo aquello que demande el Gran Maestre.

De esta forma comenzó la Solemne Vela del Santo Sepulcro de San Juan de Dios. Esta ceremonia es de carácter más íntimo que la investidura, donde no pueden asistir invitados ni familiares; sólo acudieron los postulantes de los distintos grados de la orden y aquellos miembros ya investidos que así lo desearon.

Se inició la entrada en la basílica precedida por la espada del Gran Maestre, seguida del resto de espadas, cruz, ciriales y Evangelios. Las armas eran portadas por los decuriones de la Orden, como símbolo de protección del Sepulcro de San Juan de Dios.

Situados cada uno en su sitio en la basílica comenzó los ritos iniciáticos de la Vela, seguidos de una homilía que el Gran Maestre y también Rector de la Basílica de San Juan de Dios, dirigió a los allí presentes.

En la homilía, el Gran Maestre relató que los primeros cristianos cuando había alguna solemnidad importante se reunían para mantener el espíritu alerta, para reflexionar, desde este punto de vista surgen las grandes vigilias en la iglesia. Mantenerse en vela es estar alerta, estar vigilante.

Continuó diciendo que hay que estar vigilantes por el espíritu del mal ronda buscando a quien devorar. El espíritu del mal es todo aquello que se entiende como un contravalor  que intenta ocultar todo lo que vale. Es todo aquello que engendra sufrimiento y que intenta tapar los valores de la vida, el bienestar y la felicidad. En esta noche nos reunimos a a velar en el Santo Sepulcro de San Juan de Dios.

Encomendó a los allí presentes y ne especial a los tres nuevos caballeros y tres nuevos decuriones que deben de velar para que el espíritu de caridad de San Juan de Dios se mantenga ardiente y velar exteriormente el sepulcro de San Juan de Dios pero por su significado. Nos indicó que la vela exterior es un signo de lo interior. Y mantener el boato exterior del lugar es por que guarda un espíritu precioso. El Gran Maestre  explicó que la Basílica se definió como un joyero donde se guarda una perla importante que es el cuerpo de San Juan pero sobre todo lo que se guarda es el espíritu de San Juan de Dios.

Prosiguió diciendo que San Juan de Dios fue el primero de una serie de hombres que por todo el mundo se dedican a hacer el bien, cuidar enfermos, estar pendientes de los necesitados. Son los hermanos de la Orden de San Juan de Dios, hombres de todo el mundo que tienen como referencia en este lugar, aunque hay más personas -que siguen el espíritu de San Juan de Dios- y que también se fijan en la basílica. El Gran Maestre dijo que los ojos del mundo se fijan en este lugar.

Llamó los miembros de la Orden a comprometemos por vigilar, por velar, el lugar pero que tendríamos que hacerlo sin perder la caridad, por que si la perdemos  en ese caso velaríamos por un joyero que ha perdido su joya. Hizo pues un llamamiento a que los miembros sean consciente de mantener ese fuego ardiente de caridad en sus corazones.

Además el Gran Maestre nos definió como sólo Caballeros de San Juan de Dios, por que el término de sepulcro tenía una connotación de muerte pero ser Caballero del Santo Sepulcro de San Juan de Dios es un aspecto vital.

Una vez terminada la homilía, comenzó la procesión al camarín donde Decuriones y Caballeros cubiertos iban precedidos por Cruz, ciriales y espadas. Ya en el camarín el Gran Maestre procedió a la lectura de un fragmento de una carta de San Juan de Dios y comenzó el rito de la Vela e iniciación de los Caballeros y Decuriones.

Un rato después, comenzó la bajada del Camarín de igual modo a como se había producido su subida y una vez en la basílica, se celebró una Exposición del Santísimo, seguida de oración silenciosa y privada ante Jesús Sacramentado. Después llego la bendición a los allí presentes y terminó la ceremonia de Vela del Sepulcro de San Juan de Dios.

Investidura de Caballeros y Decuriones
En la noche del día siguiente, sábado día 21 de Junio, y también en la Basílica de San Juan de Dios tuvo lugar el acto de investidura Caballeros de la Orden del Santo Sepulcro y Basílica de San Juan de Dios y la investidura de miembros de grado menor de la orden, esto es, Decuriones pero sin Escuderos en este caso.

Se inició la procesión de entrada, precedida por la cruz, los ciriales, espadas, la espada a usar en la investidura y la bandera de la Orden. En la procesión de entrada todos los caballeros, damas, decuriones y escuderos iban cubiertos. En esta solemne procesión sonaba el himno de la orden “Deus Charitas Est”, llegados la espada y la cruz al altar cada uno ocupó su sitio.

Los miembros de la Orden ya investidos se colocaron en los primeros bancos de la iglesia,  y en el trozo de la basílica que separa bancos y altar se situaron todos los postulantes: Caballeros y Decuriones.

Una vez que todo el mundo ocupó su lugar en la basílica la ceremonia de investidura comenzó con una muestra de los progresos de la Escolanía de niños cantores promovida por la Orden de Caballeros de San Juan de Dios.

La Srta. Doña Belén Alemán Torres ofició de Vicemagíster Ceremoniarum. El Ilmo. Sr. Don José Maldonado Martínez, Vicesecretario de la Orden, hizo la presentación del Gran Maestre, el Excmo. Sr. Fray Juan José Hernández Torres.

Tras lo cual el Gran Maestre hizo una breve exposición de la Orden, diciendo que estamos en el tercer año de nuestra fundación y ya habíamos dado muestras de nuestra valía, ya que desde el punto de vista del arte y la cultura, acabábamos de escuchar una creación hecha de la nada por nuestra orden: La Escolanía de los Caballeros del Santo Sepulcro y Basílica de San Juan de Dios.

Prosiguió explicando que con la intención de fomentar en nuestra sociedad los valores estéticos, en una sociedad posmoderna donde predomina lo absurdo, los miembros de esta Orden nos empeñamos en mantener una escala de valores estéticos.

Continuó diciendo que los Caballeros y Damas amén de custodiar la Santa Basílica de San Juan de Dios, también guardan la estética de del lugar. Un lugar donde se fijan los ojos de todo el mundo, por que la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios está en los 5 continentes, y con ellos trabajan también colaboradores, médicos, enfermeros y auxiliares que también tienen los ojos puestos en lugar donde está San Juan de Dios. Insitió que por eso los Caballeros que se invisten se empeñarán en mantener la estética de este lugar y salvaguardar incluso con el peligro su propia vida si fuera necesario el Sepulcro de San Juan de Dios.

Aclaró que la Ilma. Sra. Doña María Castellano Arroyo que se iba investir como Dama en el día de hoy no pudo asistir por problema de salud de un familiar y el Gran Maestre encomendó la salud de su hijo a el Señor y, en especial, a San Juan de Dios.

El Gran Maestre nos recordó que la misión de los Caballeros y Damas que forma la orden es salvaguardar el santo sepulcro de San Juan de Dios y los valores estéticos que conlleva.

Primero comenzó el acto de investidura de los Decuriones, donde el Vicesenescal, el Ilmo. Sr. Don Valentín Pedrosa Rivas los interpeló para que aceptasen su ingreso en la Orden. Un decurión leyó la profesión de fe en nombre de todos con la mano puesta sobre el Evangelio. Finalizada la profesión de fe, todos los decuriones se postraron ante el altar. Después una pequeña oración, comenzó la investidura de los Decuriones mediante el rito del espaldarazo, donde se utiliza una espada que toca primero en el hombro derecho del Decurión arrodillado, luego en el hombro izquierdo y finalmente en la cabeza. El caballero vicesenescal ocupo el puesto del Prefecto de los grados menores y oficio de segundo padrino de todos los decuriones La lista de Decuriones investidos junto con su primer padrino es la siguiente:
•    Sr. D. Tomás Jesús Gallego Fernández acompañado por su padrino el Ilmo. Sr. Don Pablo Gálvez Carrillo De Albornoz.
•    Sr. D. Antonio Villanueva Guirado, que asciende desde Escudero, con su padrino el Ilmo. Sr. D. Juan Carlos Carillo Santos.
•    Sr. D. Luis Javier Ruíz de la Fuente Serrano apadrinado por el Ilmo. José Blas Serrano García.

Finalizada la investidura de los decuriones, comenzó la investidura de caballeros con el Gran Maestre realizando una interpelación general donde se aludió a los asistentes a poner alguna objeción a los aspirantes o que guardaran silencio en lo sucesivo. Ya que ninguno de los que allí estaban puso objeción alguna, se presentó cada uno de los caballeros leyendo sus respectivos currículos por el caballero vicesecretario. Después de la Exhortación y Profesión de Fe por parte del Gran Maestre, llegó el acto de investidura y espaldarazo, donde cada Caballero se postró de rodillas en un reclinatorio frente al sagrario y afirmó su voluntad de ser nombrado Caballero del Santo Sepulcro y Basílica de San Juan de Dios. Aún de rodillas, se les impuso la muceta y la venera de la Orden bendecida, recibieron el espaldarazo con el bastón de San Juan de Dios, dando un golpe a la derecha, otro a la izquierda y otro a la derecha. Antes de levantarse cada Caballero recibió su diploma que lo acredita como tal y regresó a su sitio.

En el momento de la investidura cada Caballero estuvo acompañado por dos padrinos. La lista de Caballeros investidos, junto con sus padrinos es la siguiente:
•     Ilmo. Sr. D. Luís Méndez Jover acompañado por sus padrinos el Ilmo. Sr. D. Pascual Vicente Crespo Ferrer y el Ilmo. Sr. D. Carlos Herrero Romera.
•    Ilmo. Sr. D. Juan Carlos Ramirez Fernández apadrinado por el Ilmo. Sr. D. Antonio Valenzuela Ruíz y el Ilmo. Sr. Carlos Herrero Romera.
•    Ilmo. Sr. D. Pedro Antonio Ruíz de la Fuente Utrilla acompañado por sus padrinos el Ilmo. Sr. D. José Maldonado Martínez y el Ilmo. Sr. D. José Blas Serrano García.

Una vez terminada la investidura se inició la procesión al camarín donde descansan los restos de San Juan de Dios mientras era cantado el Veni Creator Espiritus. Llegados al camarín y con las puertas del mismo abiertas, todos los Caballeros situados alrededor de la urna con los restos del Santo, hicieron juramento ante las reliquias de San Juan de Dios. Iniciaron la procesión de vuelta mientras se cantaba el Te Deum y todos los recién investidos volvieron a la Iglesia, recibiendo el saludo litúrgico de los Caballeros que los habían apadrinado.

El Gran Maestre hizo un llamamiento a lo nuevos investidos y a los allí presentes para que hicieran promoción de la Orden y captaran nuevos miembros, ya que esa es la única forma que tiene de expandirse para salvaguardar el Santo Sepulcro de San Juan de Dios.

Posteriormente con una bendición, concluyó la ceremonia. Terminada la ceremonia de investidura se ofreció una copa en el hospital de San Rafael, en  el patio que hay adyacente a la basílica de San Juan de Dios.